Relato de ritual postparto

«Gestar, estar feliz, no dormir, preparar un parto, tener miedo, sentir ansiedad, estar feliz, ilusión, parir, atravesar mundos, no dormir, estar feliz, amamantar, gestionar un hogar, cuidar dos hijos, estar feliz, cuidar, no dormir, amamantar, cuidar…

Cansancio.

Parir, traer cachorritos al mundo es maravilloso, es también mucho esfuerzo mental, físico… después de parir se entra en un mundo sin tiempo, intenso, donde el corazón está fuera del pecho y todo pierde proporción real.

Nunca me planteé tener para mí un ritual de post parto. Un momento para mí. Para que me cuiden A MI. Vera y Swargati me lo regalaron. Me regalaron más que tiempo, más que un baño, más que un masaje. Ellas me regalaron un espacio de tiempo para mí,.en donde desde el principio me sentí calentita, me hicieron sentir en confianza. Insistieron en que era un ritual para MI.

– «Pídenos lo que quieras, queremos que estés a gusto de verdad»-

Una tenía en brazos a mi guagua de dos meses y yo confiaba en ella completamente… La otra preparaba agua con hierbas para que yo me meta y me relaje.

Luz de velas, pétalos en el agua, olores. Tengo espacio y tiempo para hablar de mi, de lo que siento, de lo que recuerdo, de lo que venga, de lo que quiera. Lloro al sentirme cansada. Al reconocer que me cuesta pedir ayuda, al emocionarme pensando en mí cachorro, en cuanto quería que llegara, en lo feliz que me siento que esté aquí con nosotros. El agua caliente me ablanda.

Ekai entra al agua. Siento tu cuerpecito junto a mi. Tan suave… Lágrimas.

Vera y Swargati me preparan para arroparme, para salir del agua, mantener ese calor en mi. Medito. Me siento, estoy viva. Soy mamá de dos y estoy viva, feliz.

Masaje en mi espalda, masaje en mis piernas, en mis pies. Mi cuerpo está cansado y lo agradece.

Me invitan al final de mi ritual, el enfajado. Cierro los ojos, me arropan desde mi cabeza a mis pies, por partes van recomponiendo mis energías… Ekai llora, quiere a su mamá. Ha aguantado más de cuatro horas sin mi atención y ya es tiempo de volver a centrarme en él… Me recuerdo que todo lo que pase esta bien. Escuchar a Vera y Swargati cantar mientras sostengo a mi Ekai llorando es la representación de todo esto. Somos esto, vida misma… Sonrío y les agradezco.

Me sentí llena de amor por estas dos mujeres. Ojalá más mamás tengan este regalo»

Catalina V. P., Julio 2019